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SIN PALABRAS

A veces la oscuridad nos acecha sin luna y un lobo espera la respuesta a su llamada mientras caen las esperanzas en desesperanzas.



Estados cambiantes, movimientos constantes. Ideas que quisiéramos desentrañar olvidadas en la punta de la lengua, palabras y mas palabras, vacías, incapaces de expresar lo imposible, aquello que nos atormenta tan silenciosamente que no nos atrevemos ni a susurrar, miedo, miedo a ser nosotros mismos, a tener que dar la talla, dedicados al deber social, a las formas cotidianas, confinados a la rutina de hablar por hablar, o de decir cosas importantes y coherentes. Esta razón tormentosa que busca explicaciones a todo, insatisfecha e incapaz de sentir felicidad, encerrada en si misma, atrapada por sus propios monstruos.

La ilusión del Amor que nos enamora una y otra vez. Aquello que olvidamos mirando a la luna donde los sueños que nacieron se olvidan cuando se hacen realidad. Sin darnos cuenta quedamos cegados y el deseo nos domina, quiere mas, otra cosa, mas intensidad...


Ideales y creencias nos alejan del Ser Real, razones hay muchas para alimentar a la imagen y dejarnos engañar por ella. Se nos llena la boca hablando de lo que nos gustaría, de como somos, de lo que hacemos...... Vidas pasadas, proyectos futuros... La mente no para y nos sorprendemos al descubrir la verdad que nosotros mismos nos hemos ocultado con esta tendencia a vivir de forma fraccionada, aquí actúo así y muestro este yo, allá actuó asa y muestro otra cara... ¿quien soy? pocos son los que no terminan confundidos .... a eso se le suma no saber llevar la contradicción de vivir sintiendo una cosa, pensando otra, expresando lo opuesto y terminar haciendo lo que se puede.


Ideas, ideas, y mas ideas inmateriales y sin fuerza porque ya se dan por sentadas

¿Cuando has podido reconocerte coloreando o ennegreciendo la realidad según tu conveniencia?

Parece que nos cuesta reflexionar y prestarle la suficiente atención a un problema como para no automatizar la respuesta. Las soluciones acaban muchas veces siendo parches.


¿Te reconoces?



En que nos hemos convertido ocultando ese lado oscuro, que miedo me doy, que malo que soy, cuando dolor a causado ignorar lo que no me gustaba ver de la realidad y ahora el peso de la consciencia nos atormenta. ¿podríamos haberlo evitado?

Como es posible que tantas mentiras nos hayan sumido en un sueño del que solo somos capaces de despertar cuando la realidad deja de ser bondadosa y amable.


Desalmados enganchados que desean liberarse del fracaso de esfuerzos frustrados y sin premios… sigue sin ser suficiente la insatisfacción y la amargura. Irónico diablo, llena el saco de karma, sacrificios y samsaras para  los pecadores que se sienten culpables. Dios consuela y propone caminos al paraíso perdido, algo muy dentro entiende que la vida gira en si misma y no alrededor de uno aunque parezca lo contrario.


Corazón y mente sin conciencia confundidos entre dudas. Esta inseguridad nos limita y asila tras los muros de torres que el miedo ha construido y que separan lo que hay dentro de lo que hay fuera.  Sin respuestas absolutas caminamos por la vida.

Y volver a empezar, a recoger los trocitos del ego sufridor y maltratador, volver a montar el puzzle reconduciendo la vida dándole un sentido, quizás otra falsa idea o explicación de la razón que tranquilice el vacío que siempre se repite y nos acompaña como telón de fondo.



A mi me da que cuando todo deja de tener sentido es cuando mas significado tiene. Sentido y significado complementarios, contrarios y variados... Sentido ¿personal o impersonal? Significado ¿acordado o revelado? ... Quizás descubrir el significado es lo que da sentido a la vida o no, quien sabe.





“¿Puedes aceptar que este momento es como es y no confundirlo con la historia que la mente ha creado a su alrededor?
La rendición llega cuando dejas de preguntar: ¿Por qué me está pasando esto a mí?
A veces, la rendición significa renunciar a tratar de comprender y sentirse cómodo en el desconocimiento.
Lo que aceptes completamente te hará sentirte en paz, incluyendo la aceptación de que no puedes aceptar, de que te estás resistiendo.
Deja la Vida en paz. Déjala ser.”
Eckhart Tolle en El silencio habla.



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