Thiferet y el arbol de la vida

Veo el árbol de la vida suspendido en el espacio. Observo los senderos horizontales que son como tubos huecos. De cerca me doy cuenta que en uno de los senderos horizontales una bola circula por dentro, se movía de un extremo a otro. El movimiento de la bola provocaba que los extremos del sendero bajaran y subieran recordándome a una balanza. Ese movimiento inicialmente era amplio pero en la medida que esa bola se acercaba hacia el centro del sendero horizontal la oscilación era menor hasta que encuentra el equilibrio.  En este punto de equilibrio la bola accede al pilar central que también era hueco. Justo cuando el sendero horizontal encontraba su punto de equilibrio la bola accedía al sendero del medio donde podía ascender o descender de nivel. Luego miraba el árbol de la vida desde abajo y seguía observado este mismo proceso pero se le añade que giraba sobre si mismo, no ...

Siguiendo el hilo de la entrada anterior EL FUEGO Y EL OJO voy a continuar desarrollando la idea. En la entrada anterior hablamos de que en Manipura había una relación entre el fuego, el sol  y el ojo. Recordamos que para el tercer chacra su elemento es el fuego, su yantra un triángulo invertido con un sol en su interior y su órgano los ojos y el sentido de la vista.   Tratamos que gracias a la luz del sol y del fuego los ojos pueden ver y que podemos mirar a fuera y hacia dentro. Para ampliar el concepto de esa visión interior vamos a elevarnos del centro de La Estrella Radiante al 6to centro. Ajna chakra es también llamado tercer ojo y mas o menos esta situado dos dedos por encima del entrecejo. Tiene dos pétalos que representan a los ojos (izquierdo y derecho). En los pétalos de Ajna están los símbolos del sol y la luna  que se refieren a la dualidad de lo femenino y masculino, positivo y negativo....  Justamente la deidad asociada al 6t...

A veces somos conscientes de la puerta que separa el mundo de la vigilia y el mundo onírico . Es ese espacio-tiempo antes de quedarnos dormidos en el que normalmente perdemos la conciencia antes de entrar en el mundo de los sueños. Hace poco observe algo interesante en ese espacio intermedio.  Al acostarme en la cama entre en un estado meditativo donde la ensoñación fluía sin las resistencias del ego. Quede atrapada en la observación de todo lo que sucedía y acontecía en el astral que empezó a desarrollarse sin esfuerzo. En ese momento alguien en la habitación me despertó y ¡me di cuenta de que me había quedado dormida! habían pasado horas y a mi me habían parecido segundos. Podríamos decir que en este tipo de experiencias se gana tiempo al tiempo. Quise escribir sobre ello en ese momento, pero...  no lo hice, hasta ahora. Y ¿porque ahora? pues por que lo he visto en otra persona. Dicha persona, se acostó en la cama y empezó a vivir su aventura interior, tan vivida y rea...